La
curruca carrasqueña (Sylvia cantillans), es una especie de ave insectívora del orden de los paseriformes, que pertenece a la familia Sylviidae. Se distribuye por el sur de Europa, el suroeste de Asia y el norte de África. Entre la currucas que deambulan por nuestras extensas zonas de monte mediterráneo, la carrasqueña es la que tiene el más bello colorido y sin duda es una de las más abundantes. Es un inquieto habitante de jarales, brazales, retamares y encinares, se mueve con discreción entre la espesura de estos enmarañados matorrales, por lo que resulta más fácil de detectar por su canto o por su breve reclamo. La carrasqueña es un ave migrante. En la Península Ibérica está presente en casi todo su territorio, son habitantes durante el periodo estival, está presente desde marzo a septiembre. Inverna en África. Es un escaso pero casi anual visitante del noroeste europeo, más habitual en primavera. Se la puede observar con frecuencia en campos baldíos, en campo abierto poblado de matorral bajo con arboleda dispersa y entre matorrales y maleza arbustiva de pequeño porte, donde se oculta realizando vuelos cortos de una mata a otra. También se la puede encontrar en las proximidades de los ríos, donde habita en la espesura de las orillas, húmedas y apropiadas para su desarrollo, donde encuentra alimento y refugio. El macho adulto presenta cabeza y manto de color gris azulado pálido, alas y cola de tono gris pardo, teniendo esta última las rectrices externas de color blanco, cuello y pecho castaño cobrizo, vientre blanquecino y flancos blancuzcos, presenta garganta lisa y bigotera blanca característica de la especie, el iris castaño rodeado de anillo ocular de tono rojizo anaranjado muy llamativo. El pico fino y puntiagudo, de color pardo-amarillento con la parte superior y la puna negruzco. Las patas medianamente largas con tarsos y pies de color anaranjados. La hembra se diferencia del macho por su tonalidad más apagada y parda, las partes inferiores son más amarillentas y la superior más parda, la bigotera menos marcada y el anillo ocular de un tono más descolorido naranja claro. El periodo de reproducción abarca desde abril a julio, durante el cual pueden efectuar dos nidadas anuales. El nido es construido por ambos progenitores, sobre arbustos a baja altura, este tiene forma de cuenco de hierba seca que recubren con plumas y pelos. La puesta consta de 3 a 5 huevos de color blanco con motas y manchas, que son incubados principalmente por la hembra durante 12 a 13 días aproximadamente. Las crías abandonan el nido cuando alcanzan 12 días de edad, siendo atendidos por sus padres algunos días más. Su alimentación es fundamentalmente a base de insectos y sus larvas, arácnidos, hemípteros y lepidópteros, complementa su dieta durante el otoño e invierno con bayas, semillas y frutos silvestres.
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Curruca carrasqueña (Sylvia cantillans) Macho |
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Curruca carrasqueña (Sylvia cantillans) Posada |
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Curruca carrasqueña (Sylvia cantillans) En rama |
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Curruca carrasqueña (Sylvia cantillans) Ojeando |
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